NO SEÑOR, POR KEIKO NO
Keiko Fujimori goza (lamentablemente) de las preferencias en las encuestas y tiene la primera opción de pasar a una segunda vuelta, sin embargo estoy seguro de que no va a llegar a ser presidenta, simplemente porque no lo merece.
Más allá de los cientos de cuestionamientos por el nefasto gobierno de su padre donde la corrupción inundó las instituciones del Estado y los delitos se encaletaban en reglas de gobierno, ahora nos centraremos en la propia candidata y las razones para no votar por ella.
Es una mala hija. Siendo primera dama nunca defendió a su madre de los acosos y torturas, se dejó seducir por las fastuosidades de la dictadura y se olvidó del sentimiento más noble hacia la persona que le dio la vida.
Quien no respeta ni defiende a su madre no puede ser un buen gobernante.
A sus cuestionados estudios en el extranjero financiado con la plata de todos los peruanos, hay que sumarle que ella no ha obtenido mayores logros profesionales.
No ha tenido trabajo conocido donde haya demostrado las capacidades que dice tener.
Su experiencia en el lado político se limita a comandar un seudo-partido más por su apellido que por sus propios méritos y de haber sido congresista con resultados notablemente negativos con más de 500 faltas y un escaso trabajo que demuestran que a esta candidata no le gusta trabajar.
Quien engaña al pueblo y cobra sin trabajar no puede ser un buen gobernante.
Keiko Fujimori ha decidido emplear una estrategia de alejarse del fujimorismo de los 90 dejando de lado algunos colaboradores de su encarcelado padre, sin embargo se contradice terriblemente incluyendo a la vez en su lista congresal y en su propia plancha presidencial a otros personajes cuestionados.
Desquitarse del “fujimorismo albertista” será más que difícil ya que sabe que de hacerlo desaparecería, por ello sólo le queda mentir. Así como miente al no revelar de donde viene el dinero para su campaña, de no decir quiénes son los financistas millonarios que seguramente buscan pasar por la factura en un supuesto gobierno.
Quién miente y no es transparente no puede ser un buen gobernante.
Estoy seguro que Keiko mantiene los rasgos autoritarios de su padre; eso sumado a su falta de experiencia y a los personajes que la rodean será una combinación fatal para el futuro del país.
No debemos premiar a un legado nefasto, no debemos premiar el legado de corrupción, no debemos premiar a Fujimori.
No señor, por Keiko definitivamente no.