PAGANDO DERECHO DE PISO
Ha pasado 1 año desde que se aprobó el nuevo régimen laboral juvenil, hace 8 meses Juanito, de 22 años, quien termino satisfactoriamente la carrera de Ingeniería de Sistemas, ingresó a laborar a la empresa ABC, por supuesto bajo este nuevo régimen que busca promover el acceso de jóvenes al mercado laboral. Para ingresar a trabajar ha tenido que concursar con otros postulantes, destacando por encima de ellos. En estos 8 meses ha demostrado ser un trabajador competente en el cargo de Analista, mostrando excelentes resultados, incluso por encima de empleados que están más de 10 años en la empresa. Ha llegado la navidad y Juanito esta triste porque sabe que no le llegará la grati, a la vez 2 de sus compañeros se van de vacaciones y él sabe que la chamba va a estar más dura. Sentado frente a su computadora se pregunta de qué le sirve trabajar con tanto entusiasmo y ser competitivo si no hay igualdad en la empresa, uno de sus compañeros le dice que como chibolo es natural que pague derecho de piso.
Así es señores, tal como afirmó el presidente Humala, los jóvenes deben pagar derecho de piso, deben ganar “experiencia” mientras ven vulnerados sus derechos laborales; la competitividad tampoco importa, lo principal es que haya más “chamba formal”. Así están las cosas en nuestro país.
La aprobación de esta ley muestra una vez más que el Gobierno busca alejarse más de la población en lo que respecta la toma de decisiones, ya no importa la opinión de la sociedad para buscar medidas que puedan llevar al bienestar común, razón principal de la política.
Para empezar esta norma es anticonstitucional porque no se está respetando los principios de igualdad de oportunidades, de no discriminación y la irrenunciabilidad a los derechos esenciales del ser humano.
El Gobierno apoyado por los grupos de poder (como los medios de comunicación) tratan de vender como positivo esta ley indicando que se va a generar más trabajo y sobre todo se va a combatir la informalidad laboral reinante en nuestro país, que desde ya, es responsabilidad directa del Estado y hasta el momento no se ha logrado grandes avances.
Yo me pregunto, ¿realmente se van a ver beneficiados los chiquitos?, es decir los pequeños empresarios “informales”.
Esa es la gran excusa para que las empresas ya formalizadas utilicen este nuevo régimen para obtener beneficios a costa de los jóvenes que van a emplear.
Para combatir la informalidad se tiene que tomar otras medidas económicas, laborales y de fiscalización que realmente motiven saltar a la línea de la formalidad. Un negocio informal continuará informal mientras el Estado le exija más impuestos, y no se puede pretender apaciguar esto con fuerza laboral barata.
Por otro lado, estamos olvidando completamente la visión que como país queremos, y en ello es muy importante la competitividad. El Gobierno busca que los jóvenes tengan chamba como sea (los derechos no importan), pero no ve el problema de fondo, las causas del desempleo, las causas de la pobreza, las causas de la creciente desigualdad en nuestra sociedad.
Las empresas quieren trabajadores competentes, con habilidades para solucionar problemas, y para ello es muy importante la capacitación y por ende la educación, tema que hasta el momento nadie ha mencionado.
Existe una Ley de Modalidad Formativa Juvenil que debe ser reformada para un mayor acceso y contribución a los jóvenes pero no emitir leyes tras leyes que sólo buscan beneficiar a unos cuantos.
No se puede omitir este problema buscando la salida fácil, y encima pisoteando los derechos de un sector muy importante de nuestra sociedad como son los jóvenes, quienes tienen que ser reconocidos por la capacidad que tienen indistintamente de la edad, caso contrario seguiremos pagando derecho de piso.