LAS REGIONES RUMBO AL 2016
Después de la segunda vuelta electoral, realizada en más de la mitad de regiones de nuestro país, podemos afirmar que ha crecido considerablemente la brecha existente entre los partidos políticos y la población.
Los resultados son contundentes: 19 regiones van a ser gobernadas por movimientos independientes regionales, sólo 6 por partidos políticos de cobertura nacional.
Ha sido un golpe para el sistema de partidos políticos en el Perú, que evidencia una vez más lo lejos que estamos de la institucionalización de los mismos. Tenemos partidos políticos débiles, sin renovación y con poca representatividad.
Es cierto que muchas de las autoridades regionales electas buscan utilizar el movimiento regional como plataforma para fortalecer su caudillismo, pero también podría verse como la posibilidad de iniciar un nuevo proyecto político a mayor escala, siempre y cuando la gestión realizada sea exitosa e influyente.
Lamentablemente este segundo escenario no se ha dado con frecuencia, la mayor parte de los movimientos regionales que han conseguido el triunfo en periodos anteriores en estas últimas elecciones no han vuelto a repetir el plato. A esto hay que agregar que los protagonistas (candidatos) buscan ser los mismos en cada ocasión (la cuestionada reelección), no se trabaja políticamente como equipo, como institución; es tal vez ese punto la principal causa de la corta extinción de muchos de ellos.
En la actualidad es más fácil ser candidato por un movimiento regional que por un partido político, ¿por qué?, mayor cercanía a la población, menos anticuerpos generados por partidos tradicionales, facilidades para acceder como candidato, entre muchas otras razones han posicionado a estos grupos políticos; pero a la vez estas facilidades abren las puertas a personas ajenas a la política pero con una buena posición económica (que pueda financiar la campaña) a ser protagonistas en las lides electorales.
Más de la mitad de los movimientos regionales que ganaron el año 2010 participaron en estas elecciones con el mismo candidato, es decir apostando por la reelección, apostando por el fortalecimiento al caudillismo. De todos ellos sólo Cajamarca y Callao han tenido resultados exitosos, dos regiones con realidades muy distintas. A estas 2 regiones se suman Ayacucho y Lambayeque (por partidos políticos) haciendo un total de 4 autoridades que van a repetir la gestión.
Si hacemos un recuento de las 4 últimas elecciones, han surgido en su momento distintas organizaciones locales que si bien lograron consolidarse en un periodo no han tenido una constancia para permanecer a lo largo del tiempo y en su mayoría se han extinguido o han cambiado de nombre.
Fue las elecciones regionales del año 2002 la última vez donde la balanza se inclinó a favor de los partidos políticos, esto sustentando en la gran victoria del Partido Aprista que consiguió en ese entonces 12 regiones, algo que en la situación que nos encontramos sería imposible de repetir. Quizá algo tuvo que ver el gobierno de Alán García para que el Apra en las elecciones del 2006 sólo consiga 2 regiones.
En estas elecciones al igual que en el año 2010, los partidos políticos tan sólo han conseguido 5 gobiernos regionales.
La corriente del fujimorismo ha conseguido 3 gobiernos regionales, y sea talvez el que empiece la carrera hacia las elecciones presidenciales con algo de ventaja y si bien es cierto que hay personajes que no son propiamente del fujimorismo, al estar como autoridades regionales electas cuentan con un posicionamiento que seguramente lo utilizaran como maquinaria de apoyo a su candidata presidencial.
En el caso de Alianza para el Progreso, hay una dependencia casi total de los hermanos Acuña, ya que no se ha podido apreciar el surgimiento de nuevos actores políticos.
Lo cierto es que los partidos políticos nacionales han abandonado el interior del país, no se preocupan por renovarse ni mucho menos por fortalecer su estructura. Y por otro lado los movimientos locales tampoco han sido hasta el momento una opción que pueda emerger como alternativa política nacional, esto debido al oportunismo de muchos candidatos que solo buscan satisfacer sus intereses personales.